martes, 15 de octubre de 2019

Entrada adicional 2. Nuevas formas de ver la educación

PRÁCTICAS INNOVADORAS DE LA ENSEÑANZA



Hoy toca hablar acerca de la innovación que se esta presentando en la enseñanza a día de hoy. La innovación esta relacionada con el cambio, ya que consiste en generar cambios grandes o pequeños. De normal, la enseñanza innovadora se asocia con los avances tecnológicos y la necesidad de implementarlo en la enseñanza, pero ser un docente innovador va más allá de la tecnología, es decir, llevar a cabo una práctica innovadora no tiene porque estar relacionada con las TIC. Una práctica innovadora se centraría en reflexionar sobre nuevas formas para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje a partir de la implementación de cambios que generen un aprendizaje más significativo. Esto implica vivir la profesión de docente como una profesión en constante cambio y movimiento, ser conscientes de las nuevas necesidades de cambio e intentar adaptarse al alumnado, sin olvidar metodologías activas que hacen más placenteros y eficaces los procesos de aprendizaje. 

“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo” 

Benjamín Franklin (1706-1790) 

Así pues, de manera muy general, hay que entender un proceso de innovación como la “introducción de algo nuevo que produce mejora” (Moreno, 1995, pp.9-22). Al innovar se rompe con una metodología tradicional, pero no siempre se cambia la metodología. Se pueden ir desarrollando prácticas innovadoras en la enseñanza, también teniendo en cuenta el concepto de innovación, porque puede que metodologías que no sean consideradas tan novedosas, aplicadas en un contexto concreto, sean innovadoras. 

En la actualidad, son muchos los centros que optan por prácticas de este estilo, como, por ejemplo, los huertos urbanos en escuelas de educación infantil y primaria.  Este huerto consiste en utilizar una zona del patio colegio que no tenga ninguna utilidad, para construir en ella un pequeño huerto con ayuda de los alumnos/as, el profesorado y la familia. A partir de la creación del huerto se pueden realizar numerosos talleres, donde se incentiva en el alumnado valores como: el amor por la naturaleza, el reciclaje, el compañerismo, la buena alimentación, el trabajo en equipo, el ecologismo, etc. De esta forma, se transforma la zona en un espacio de experimentación, en un laboratorio natural y vivo. Donde es el alumnado el propio protagonista del huerto, encargándose de todos los aspectos necesarios para conservarlo y cuidarlo. Con esta práctica se desea alcanzar un aprendizaje significativo, al ser una metodología activa, se interiorizan los contenidos curriculares a partir de su propia experiencia. 

Además, lo aprendido se puede transportar al aula, realizando otras actividades o explicando teoría al respecto. Es decir, el huerto escolar es más que una práctica innovadora, ya que se podría relacionar con numerosos aspectos, y utilizar de manera transversal. Estos novedosos huertos se han llevado a cabo en muchas escuelas como en el Colegio El Porvenir, situado en el centro de Madrid, donde trabajan y experimentan desde los 3 hasta los 12 años. O en escuelas infantiles como la Escuela infantil Aula Futura de Málaga o, el CEI Los Ángeles de Castellón. Hay muchos tipos de huertos, grandes, pequeños, con macetas, con arboles, estrechos, etc. Lo importante de cada uno de ellos es como los niños y niñas aprenden de manera creativa, experimental y activa, siendo esta práctica un hecho completamente innovador.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada adicional 14. Ya es Navidad

NAVIDAD En estas fechas tan señalas no podíamos marcharnos sin presentaros algunos materiales educativos para los más pequeños de la ca...