martes, 15 de octubre de 2019

Entrada adicional 3. Roles de género

La igualdad y la diferencia de género en el currículum 

Reflexión de los roles de género 


A continuación llevaremos a cabo una reflexión acerca de los roles de género, teniendo en cuenta la disparidad que existen entre los mismos. Para ello, hemos hecho uso de: La igualdad y la diferencia de género en el currículum, artículo escrito por Carmen Rodríguez Martínez.

“Las diferencias están en el origen de las desigualdades sexuales construidas al amparo de teorías sobre el dominio histórico del poder y cultura por parte de los hombres” (pág. 103) Según nuestros libros de textos, los grandes descubrimientos han sido desarrollados por hombres, siendo ellos los pensadores, los científicos y los escritores memorables. Las mujeres siempre se han visto en un segundo plano, y no porque ellas no hayan contribuido a estos cambios, sino porque sus obras se ven invisibilizadas. 

De esta manera, podemos decir que “la ciencia está construida por hombres y por una determinada definición de lo humano” (pág. 108). Así pues, muchas investigaciones se han realizado en base únicamente a los resultados obtenidos a través de hombres, excluyendo de esta forma a buena parte de la población. Un claro ejemplo es la utilización, en ciertos experimentos, de chimpancés que presentaban unas claras connotaciones patriarcales, en las que el macho poseía ápices agresivos y con una dominación sexual sobre la hembra.

Como consecuencia, se torna difícil poder extraer una imagen de la mujer verídica, puesto que los datos que poseemos se han visto envueltos por elevadas cantidades de prejuicios, desconocimiento e ignorancia. Sin ir más lejos, en muchas culturas las mujeres eran consideradas como brujas o hechiceras, siendo perseguidas y asesinadas, puesto que su conocimiento resultaba amenazante. 

Durante los años sesenta y setenta, gracias a los movimientos feministas, se comenzó a generar un cambio global verdadero frente a esta situación. De este modo, se transformó la visión y la legislación de la mujer, permitiendo que accedieran a la educación, al trabajo, a la participación política y a la posesión de bienes. Poco a poco, vamos desprendiéndonos de todo aquello que nos ha anclado durante siglos, sin embargo, no podemos negar que nuestra condición como mujer marca nuestra vida desde el nacimiento. 

Referido a la educación, “en el mundo existen todavía 776 millones de analfabetos de los cuales dos tercios son mujeres” (pág. 104). A pesar de que en muchos casos son las niñas quienes obtienen mejores resultados, siguen siendo los niños quienes lograran un mayor prestigio social o consiguiran tener más puertas abiertas a nivel laboral. No podría llevar a cabo este ensayo sin destacar la historia de Malala Yousafzai, quien quiso seguir estudiando, poniéndose en riesgo, puesto que el régimen talibán prohibía la asistencia a la escuela por parte de las niñas. La joven sufrió un atentado en 2012, a los 15 años, por reivindicar derechos como estudiante. Desde entonces se ha convertido en una activista por los derechos tanto civiles, como de la mujer. 

En los países desarrollados ocurre del mismo modo, donde existe una “supremacía masculina en el acceso al mundo laboral, al poder empresarial, al poder político y a la producción del conocimiento” (pág. 104). En el caso de España, en relación a los estudios universitarios, es mayor el número de mujeres graduadas, así como la cantidad de matriculadas. Sin embargo, es cierto que todavía continúa la existencia de una segregación entre ambos géneros teniendo en cuenta las carreras establecidas. De esta forma, mientras que los hombres suelen dirigir sus caminos hacía contenidos más técnicos y científicos, las mujeres optan por vías hacía el ámbito educativo y humanístico. Cabe destacar que “las mujeres encuentran una barrera, <<un techo de cristal>>, para poder ocupar el mismo puesto que los varones” (pág. 106). Así pues, aunque consiguieran alcanzar los niveles educativos requeridos, necesitarían muchísimo más esfuerzo para poder llegar a tener la misma voz y relevancia que un hombre en el entorno científico. “No se les ha reconocido a las mujeres la detentación de los saberes ni la autoridad sobre los mismos” (pág. 110). 

Aunque, es innegable que muchas mujeres han aportado grandes innovaciones, enfrentándose a los eslabones impuestos por una sociedad que les mina la creatividad, la imaginación y sus verdaderas cualidades.

Para generar un verdadero cambio es innegable que se debe de transformar esta perspectiva de la mujer, haciendo visible su posición a lo largo de la histórica y eliminado su integración de manera estereotipada. Por tanto, la figura femenina debe de verse envuelta por la participación y la emancipación, logrando una mayor libertad e independencia. La posición tradicional, la religión y el respeto a la cultura siguen encarcelando a las mujeres bajo unos estigmas y unas condiciones.

Entre los años setenta y ochenta se produjo un nuevo cambio focalizado a las mejora de la situación de las mismas. Por un lado, aumentó su acceso a la universidad, se llevó a cabo una mayor liberación en el ámbito sexual y reproductivo, se llevaron a cabo cambios políticos y sociales, así como a las leyes y las normas impuestas en sus vidas. 

Sin embargo, con la era de la información y la tecnología los países desarrollados comienzan a hablar en los centros educativos de los códigos de género, dado que a través del currículum oculto y explícito se transmitían valores que perpetuaban la dominación de los hombres frente a las mujeres. Así pues, podemos destacar el lenguaje sexista, el trato recibido dependiendo de si se trataba de un niño o de una niña, los valores siendo transmitidos algunos de estos aspectos en los libros de texto. 

Por su parte, en la década de los noventa en los países desarrollados se empieza a tener en cuenta el éxito escolar y las diferencias de los niveles alcanzados, siendo en este caso los perjudicados los niños. “Hoy vuelven a utilizarse las diferencias cerebrales entre hombres y mujeres, que están de moda por las nuevas técnicas hormonales y genéticas” (pág. 114). Investigaciones de poca credibilidad que amparan sus resultados a diferencias naturales, creencias populares y religiosas, apoyando la escuela segregada. 

Las escuelas segregadas se llevan a cabo, en teoría, para mejorar la participación de las niñas, así como sus habilidades en el campo científico. Mientras que, por lo que hace a los niños, se busca mejorar su comportamiento, mejorar sus resultados y aumentar sus capacidades sociales. A pesar de esto, no se puede afirmar sus beneficios, pues los estudios realizados en estos centros se han producido de manera muy fugaz. 

Si consideramos una verdadera transformación en el ámbito educativo este se ha conseguido gracias a una buena gestión del aula, con unos docentes comprometidos que presentan las cualidades requeridas para poner fin a las bajas cualificaciones, utilizando estrategias de alfabetización y de seguimiento.Las mujeres podríamos decir que de manera paulatina se han ido eliminando los estereotipos de las acciones que realizan, a pesar de ello, los hombres no se han incorporado de la misma forma en el entorno privado y el espacio doméstico, huyendo de aquellos hechos que tradicionalmente se han considerado como femeninos. En muchos casos, son la propia familia, los maestros o el entorno los que afianzan estas actuaciones. Centrándonos en la organización del centro educativo podemos observar que existen diversos mecanismos que hacen perdurar estos valores sexistas: 

En primer lugar, el clima, la actitud y la disciplina establecida juegan un importante papel. Los niños obtienen un bajo rendimiento escolar como visualización de su rechazo a la cultura escolar, sufriendo presiones para ajustarse a la masculinidad que deberían de encarnar y la competencia existente. Además, se suelen enfrentar de manera más reiterada a conflictos violentos, reafirmando ese rol masculino. Por lo que hace a los modelos y estilos de enseñanza y de aprendizaje, estos no logran adaptarse a la diversidad del alumnado. Por un lado, se ha demostrado que los niños necesitan llevar a cabo actividades más dinámicas, de corta duración y más activas. Mientras que las niñas pueden permanecer más tiempo desempeñando el mismo proyecto, llevándolo a cabo de un modo más creativo. Referido al lenguaje, los contenidos escolares y las elecciones de materias, las mujeres se ven invisibilizadas en participación, experiencias y competencias. A su vez, cabe destacar las diferencias en el rendimiento, como ya hemos comentado. Y por último, las motivaciones y el compromiso con el trabajo. 

“Para liberarse, la mujer debe de sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en su capacidad y personalidad” 

Indira Gandhi, primera ministra de india (1966)




Nos gustaría mostrar tras esta cita a tod@s vosotr@s que la igualdad es la única vía para lograr una sociedad basada en los principios de justicia, en el valor cívico y en el respeto, contribuyendo a la construcción de una nueva vida más plena para todos y todas nosotros. 

¿Vosotr@s que opináis a cerca de este tema, los roles de género?

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